Desde Torla se baja al puente de la Glera que cruza el río Ara. Por la orilla orográfica izquierda una pista de tierra discurre junto al curso fluvial. Habrá que abandonarla, ya que asciende a la sierra de las Cutas, y tomar una bifurcación a la izquierda que pronto se transforma en senda. Se enlaza con el camino GR11 en dirección a Ordesa y Góriz, entrando en el Parque Nacional. Tras el mirador de la cascada de Molinieto, bosques de pinos silvestres dan paso a un húmedo hayedo-abetal. Desvíos a las cascadas de Tamborrotera y Abetos.
Después de visitar el monumento al pirineísta Lucien Briet, se prosigue por la misma margen del río para cruzar su cauce por el puente de la Senda de los Cazadores y alcanzar la Pradera de Ordesa.
Horario: 2 horas (ida). Desnivel: 300 metros.
Al fondo del aparcamiento de la Pradera se toma el amplio camino de Soaso. El interior de un hayedo-abetal con numerosos bojes invita a cruzar el barranco de Cotatuero y diversas praderas o “lañas”. Tras alcanzar el mirador de la cascada de Arripas, se sigue por la pista para desviarse en un ramal a mano derecha. Aquí existe la opción de tomar un camino de vuelta a la Pradera distinto al que hemos
traído, no sin antes acercarse a visitar las dos cascadas que quedan a la izquierda: la de la Cueva y la del Estrecho.
Ya de regreso, se atraviesa el río Arazas por un puente sobre la cascada de Arripas, transcurriendo ya el camino de ahí en adelante por la margen izquierda del río. Se deja el puente de Sarratieto y se cruza finalmente por el de la Senda de los Cazadores para llegar de nuevo a la Pradera.
Horario: 1 hora (ida). Desnivel: 100 metros.
La primera parte coincide con el itinerario 2.
Tras las cascadas del Estrecho, el bosque de las hayas da paso a una zona de pastizales y de masas de pino negro.
En las Gradas de Soaso el río se descuelga formando repetidos escalones.
Finalmente el camino discurre por la zona llana y herbosa del circo de origen glaciar de Soaso, desde donde se obtiene una buena panorámica del macizo de Monte Perdido.
Al final del trayecto, en la cabecera del valle, se halla la cascada de la Cola de Caballo. Desde aquí se recomienda el regreso por el mismo camino.
Horario: 2,30-3 horas (ida). Desnivel: 550 metros.
Al fondo de la Pradera de Ordesa, tomar el camino de la derecha. Tras cruzar el río Arazas por el puente de la Senda de los Cazadores, hay que ganar altura por la serpenteante y exigente senda del mismo nombre. Al final del esfuerzo se llega al mirador de Calcilarruego –con amplia panorámica del valle–, desde donde se enlaza con el suave sendero de la Faja de Pelay que mantiene la altura ganada,
con su trazado colgado en las cornisas meridionales del valle. De esta manera se llegará al fondo del circo de Soaso, desde donde hay que regresar por el agradable y cómodo descenso del fondo del Valle de Ordesa, siguiendo el itinerario descrito en la ruta 3. Se recomienda no realizar esta ruta a la inversa, debido al notable peligro de accidentes en el descenso de la Senda de los Cazadores.
Horario: 7 horas (ida y vuelta). Desnivel: 650 metros.
Desde la Pradera, iniciar el camino de Soaso (ruta 3). Al llegar a la imagen de la Virgen del Pilar, desviarse por una senda a mano izquierda. Se penetra en un maduro bosque de abeto blanco. La senda gana altura en forma de zigzags, llegando al abrigo y el puente del circo lateral de origen glaciar de Cotatuero, desde donde se divisa la impresionante cascada de 200 metros de caída. A la parte alta delite builder - just drop site elements to your page, add content and stylecirco se puede acceder por un paso único, equipado con clavijas de hierro, reservado para experimentados montañeros.
Horario: 1-1,30 horas (ida). Desnivel: 350 metros.
Además de la posibilidad de regresar por el mismo camino, este itinerario puede enlazar con cualquiera de las dos “fajas” –Racón o Canarellos– que recorren la base de las murallas del Gallinero o La Fraucata respectivamente, convirtiéndose así en rutas circulares de aproximadamente 4 horas de duración cada una (ida y vuelta). Unir ambas fajas en un mismo recorrido es otra alternativa, partiendo
del Centro Sensorial “Casa Oliván” en dirección al circo de Carriata.
Horario: 5 horas (ida y vuelta). Desnivel: 450 metros.
Desde el aparcamiento de la Ereta de Biés se sigue la carretera para
llegar al puente de San Úrbez, suspendido treinta metros en un estrecho
sobre las aguas del río Bellós. Cerca está la ermita dedicada a San
Úrbez, santo y pastor que vivió en esta cueva en el siglo VIII.
Dejando el camino principal, a mano izquierda, una senda desciende
al puente del río Bellós. Se gana altura y se pasa junto a diversos
miradores, alcanzando el río Aso, que se descuelga en forma de bellas
cascadas.
Finalmente, se sale al camino principal y se continúa hasta el aparcamiento.
Horario: 45 minutos (ida y vuelta). Desnivel: 50 metros.
Siguiendo el itinerario 1 hasta la ermita de San Úrbez, se prosigue
por la pista forestal que discurre a lo largo del río Bellós. En el
puente de Sangóns cambiar de vertiente –a la margen orográfica
derecha–. La pendiente se vuelve cada vez más pronunciada, dejando
a la izquierda el sendero que sube al pueblo de Sercué.
Mucho más adelante, en la Ripareta –confluencia del barranco de la
Pardina con el río Bellós– el sendero vuelve a la altura del río.
El regreso se realiza por el mismo camino.
Se recomienda mucha precaución al asomarse al río en algunos
puntos.
Horario: 3 horas (ida). Desnivel: 440 metros.
Este recorrido es la continuación del itinerario 2. Desde la Ripareta
la senda vuelve a ganar altura hasta llegar al paraje denominado
Los Estrechos. A través de una sencilla pasarela se cruza de nuevo el río. En la ladera opuesta se abre el barranco de Capradiza, y a la
derecha se deja la senda de Foradiello, que va a los pastos y cornisas orientales del Cañón de Añisclo.
El bosque se aclara y aparecen pinos negros, especie adaptada a
los rigores climáticos de las alturas. El cañón se abre, ofreciendo
magníficas panorámicas.
Enfrente, al pie de las paredes de la Punta de las Olas, brota
la gran surgencia de la Fuen Blanca.
Cruzando la pasarela que lleva a la margen derecha se accede
a una pequeña cabaña de piedra. Estas cabañas, junto con su
zona aledaña, se denominan localmente “mallatas” y servían
como alojamiento para el pastor y su ganado durante la permanencia
estival en los pastos altos.
Retorno por el mismo camino.
Horario: 5-6 horas (ida). Desnivel: 720 metros.
Se parte desde el aparcamiento de la Ereta de Biés y se llega a
San Úrbez, continuando la marcha hasta el puente de Sangons.
Enseguida nace el camino a la izquierda hacia el pueblo deshabitado
de Sercué, senda que va ganando altura con fuerte
pendiente al principio.
Antes de llegar a Sercué, a mano izquierda, un sendero conduce
a los restos de una antigua yesería, donde se fabricaba yeso
para la construcción de las viviendas.
Traspasado el collado del Portillo, Sercué muestra el avanzado
deterioro de un lugar que quedó vacío cuando vio marchar a
sus habitantes en un éxodo rural propio de estas montañas del
Altoaragón. Merece la pena la visita de la iglesia de origen
románico.
Desde la parte baja del pueblo se desciende hasta el barranco
de Viandico, recogido lugar con el hermoso puente de piedra
de las Espuciallas. El sendero sale a la carretera de Buerba a
Fanlo. Siguiéndola hacia la izquierda se pasa junto al desvío
que lleva a Buerba y Vió. Siguiendo la carretera, una indicación
–Cañón de Añisclo– señala un atajo que en cinco minutos
permite alcanzar el aparcamiento de donde se partió.
Horario: 3-4 horas (ida y vuelta). Desnivel: 220 metros.
El recorrido, que presenta escaso desnivel, sigue una faja sobre
el río Yaga y termina en un mirador colgado sobre el barranco
de Angonés y la surgencia de Escuaín.
El sendero comienza en una curva muy pronunciada, poco antes
de llegar al pueblo de Revilla. Después de pasar el barranco de
Consusa –que aún se encuentra fuera del Parque Nacional– se
pasa por debajo de la pared que alberga a sus pies los restos de
lo que fue la ermita de San Lorenzo, con inscripciones y símbolos religiosos.
Siguiendo el camino principal se encuentra el primer mirador,
desde el cual se contempla, de frente, el pueblo de Escuaín. Si
se prosigue la marcha se llega a un segundo grupo de miradores,
en el límite del Parque. Se abre sobre la confluencia del barranco
de Angonés –que nace en el circo de la Sarra– y la garganta
del río Yaga.
Al fondo, sobre la margen izquierda del río, se distingue la
cascada de la Fuente de Escuaín, magnífica surgencia originada
por los procesos del modelado kárstico.
Horario: 30 minutos (ida). Desnivel: 50 metros.
Esta excursión permite aproximarse a los Puertos de Revilla, zona de pastos poco frecuentada. El itinerario no presenta dificultades
pero sí considerables desniveles en algunos tramos.
Para iniciar la excursión es preciso cruzar el pueblo de Revilla –que ofrece interesantes detalles de la arquitectura tradicional–
en dirección a la iglesia.
Detrás de ésta, parte el camino que más adelante atraviesa sucesivamente
los barrancos de Consusa y Angonés, dejando atrás
varias bifurcaciones señalizadas.
Después de pasar el barranco de la Garganta se tomará una
senda a la derecha. Siguiéndola hasta más arriba del límite
del bosque se llega al refugio de Foratarruego, que es una
cabaña de pastores construida en las proximidades del circo de
Gurrundué.
Horario: 2-2’30 horas (ida). Desnivel: 760 metros.
Desde la casa de información, en el pueblo de Escuaín, hay que
seguir el sendero que en dirección noreste recorre los miradores
de O Castiello. Diversas proas naturales de roca se asoman a la
verticalidad de la garganta del río Yaga. Vistas espectaculares.
Se regresa al pueblo a la altura de la central fotovoltaica para
dar salida por el Punto de Información del Parque Nacional –con
temática centrada en el quebrantahuesos y las aves rapaces– y
la fuente de entrada.
Horario: 20 minutos (ida y vuelta). Desnivel: 30 metros.
La excursión toma como punto de partida una pista forestal
cerrada al tráfico que parte desde la entrada del pueblo de
Escuaín.
A lo largo de 5 kilómetros, dicha pista ofrece buenas panorámicas
sobre la parte alta de la garganta: la Sierra de las
Tucas, el circo de Gurrundué y el circo de La Sarra. Al final
de la pista se tomará un camino que lleva al puente de Los
Mallos que cruza sobre el río Yaga.
Horario: 2 horas (ida). Desnivel: 300 metros
La pista de La Larri tiene una pendiente suave y constituye un
itinerario apto para todo tipo de visitantes, tanto de ida como
de retorno.
Desde el aparcamiento se sigue la pista forestal de acceso restringido,
cerrada al tránsito de vehículos particulares por medio de
una cadena situada en el límite del Parque Nacional.
A medida que la pista gana altura proporciona una visión cada
vez mayor del valle de Pineta, cuyo característico perfil en U
es indicativo de su origen glaciar. En el segundo puente, que
atraviesa el barranco de La Larri, la pista sale otra vez fuera del
Parque Nacional. Al final de la pista se abre el circo lateral suspendido
de La Larri, que ofrece una magnífica panorámica sobre
las abruptas pendientes norte del macizo de Monte Perdido.
Para el regreso puede tomarse de nuevo la pista. Una opción
alternativa para llegar al aparcamiento consiste en descender
durante treinta minutos por el Camino de las Cascadas del
barranco de La Larri, que debido a su fuerte pendiente ofrece
ciertas dificultades con piso húmedo. Es importante extremar la
atención y no abandonar en ningún momento el sendero.
Horario aproximado: 1’30 horas (ida). Desnivel: 280 m.
Seguir la pista de La Larri. La primera parte coincide con el
itinerario 1. Pocos metros después del primer puente, sobre el
río Cinca, se toma el camino que sale hacia la izquierda y que
remonta por la margen izquierda (orográfica) del río, cruzando
un bosque de hayas.
Por encima de éste se aprecia el tapiz de helechos, cuyo nombre
en lengua aragonesa –felquera– da nombre al paraje que ahora
se atraviesa.
En la siguiente bifurcación del camino se toma el ramal de la
izquierda, que se dirige hacia la base de la gran cascada que
desciende del Balcón de Pineta, donde nace el río Cinca.
Horario aproximado: 2 horas (ida y vuelta). Desnivel: 350 m.
El recorrido constituye la prolongación del itinerario 2 a partir
de la última bifurcación, en la que hay que tomar el ramal central
en lugar de dirigir los pasos hacia la base de cascada del Cinca.
De ahí en adelante, el recorrido se vuelve más duro al tornarse
la pendiente continua y prolongada.
La senda zigzaguea ganando altura rápidamente, para rebasar
un estrechamiento denominado “el Embudo” y posteriormente
alcanzar el Balcón de Pineta. Fuerte y exigente subida. El magnífico
entorno y la posibilidad de observar la morfología glaciar
del valle de Pineta constituyen la mejor recompensa al esfuerzo.
En treinta minutos más es posible llegar al lago de Marboré,
desde donde la vista del glaciar es también espectacular.
Se recomienda evitar el ascenso en horas de mucho calor y en
época con nieve o hielo.
Horario aproximado: 4-5 horas (ida). Desnivel: 1.200 m.
Si quieres estar a la última de todas las noticias y actividades en los pirineos, registrate en nuestro News Letter
Lospirineos.info